CRÍTICAS




MAYOR LIZARBE

(En ¨ Unidad ¨ de San Sebastián , 4-03-1975)

            José Díaz Fernández es un artista pintor, cuya fama como retratista es notoria. Pero, todos ignoran su habilidad, su marcada maestría en el campo del paisaje y de la marina. Esto ha quedado bien de manifiesto, a raíz de inaugurar su exposición en las salas del Museo de San Telmo y ofrecer a la curiosidad del visitante, la magnífica colección de cincuenta y cinco obras que este pintor ha titulado  ¨ El invierno de Vasconia ¨.

             Todos y cada uno de esos cincuenta y cinco lienzos constituyen auténticas obras de arte, porque José Díaz ha sabido ¨ sorprender ¨ en su momento más entrañable el paisaje de nuestra región, cuando es más nuestro, en pleno invierno.

VICENTE COBREROS URANGA

( En Radio San Sebastián, emitido en marzo de 1975)

Pepe Díaz Fernández es un pintor al que le hemos contado sus pasos, desde su inicio en el arte, en la ya desaparecida- absurdamente desaparecida – Escuela de Arte y Oficios, hasta que hizo de la pintura su única profesión. Pintor vocacional; esto es: con condiciones para serlo y voluntad para superar cuantas trabas hayan podido interferirse en su ilusionada carrera.

            Desde un principio Pepe Díaz – dibujante seguro – se dedicó preferentemente al retrato. Muchas son las familias donostiarras que poseen el de algún familiar, pintado por él. Por eso nos sorprende gratamente que su exposición, recién inaugurada en el Museo de San Telmo, esté integrada exclusivamente por más de medio centenar de paisajes; género al que desconocíamos prestase su atención, como no fuera para la práctica del apunte, rápido y profundo, en la captación del color y la luz; esa tarea depuradora del estudio – como es la pintura al aire libre.

            Y ésta es – por encima del interés iconográfico de muchos de los paisajes reunidos en la exposición – la tónica que los distingue, su valor específico como pintura, con el sello inconfundible además de la alegría del pintor, que goza pintando; no en un hacer por hacer y nada más. Porque si el artista ha de vivir del arte, y se debe, por lo tanto, a una clientela adicta, a la que, como es lógico, hay que mirar, se debe mucho más a sí mismo, a su ideal por la pintura. ¿ Y cuál puede ser este ideal para un pintor que no sea otro que dominar su propio lenguaje expresivo; esto es, el del color, los colores hechos luz?

            De aquí que José Díaz Fernández busque en el paisaje las maravillas que le ofrece, precisamente el nuestro, el paisaje vasco, en su infinita gama de medias tintas – nuestros grises- definidas, limpias y transparentes. Pero, téngase presente: José Díaz Fernández no aplica para ello el manido trampolín de una receta aprendida, ni inventa lo que no ve, porque sabe que haciéndolo de tal manera, se asemejaría su obra a la verdad...como un bicharraco disecado a otro igual, vivo. 

 Tal es el mérito, conceptualmente hablando, de los paisajes - muchos y muy variados - que expone el retratista Pepe Díaz Fernández en San Telmo.

JOSE BERRUEZO

(En  ¨ El Diario Vasco ¨  9-03-1975)

¨ El invierno de Vasconia ¨ es el título de la exposición de más de medio centenar de lienzos que José Díaz Fernández presenta en dos amplias salas del Museo de San Telmo, exposición exclusivamente dedicada al paisaje de nuestra tierra en una época determinada del año, cuando las luces frías y los soles tibios ponen en montes, árboles, playas y mares unos matices que varían en horas y aun en minutos, siendo por lo tanto muy difíciles de captar… si no se quiere caer en lo falso de la invención.

            Díaz Fernández – que tiene un gran dominio del dibujo – acredita su sensibilidad ante el tema por la manera adecuada de tratarlo pictóricamente, pues desde un impresionismo dunixiano (¨Oiarzun¨) hasta la densidad cromática de ¨ Rincón del puerto ¨ y los ¨ Barcos ¨ hay en el amplio repertorio paisajístico una gran riqueza de registros que manteniéndose en general dentro de los cánones impresionistas o, más exactamente post-impresionistas, ofrecen modulaciones muy personales como en estos dos paisajes italianizantes ¨ Altos Hornos de Bilbao ¨ y ¨ Amanecer en Orio ¨, que son dos piezas maestras en la exposición, o en ¨ Aduna ¨ resuelto con gran soltura, o en ¨ Regil ¨  donde los toques breves, casi puntillistas de otros lienzos, se hacen pinceladas anchas que anuncian el tránsito a aquellos de generoso empaste a que antes me he referido.

            El espectador tiene dónde escoger en esta amplia muestra del hacer pictórico que  Díaz Fernández le ofrece al glosar los encantos naturales de paisajes guipuzcoanos.

(En  ¨ El Diario Vasco ¨ de San Sebastián   3-04-1977) 

José Díaz Fernández expone desde el viernes en el Museo de San Telmo. Su envío es importante, por el número y estimable por la calidad: más de medio centenar de óleos que, con excepción de dos retratos femeninos, componen un bello glosario plástico del paisaje vasco. ¨Gure lurra¨ como el pintor titula a esta amplia muestra de su cotidiano hacer artístico.
Sobre la base de un buen dibujo, Díaz Fernández nos ofrece el dominio de una técnica que, apoyada en los logros del impresionismo, se manifiesta de manera muy personal. Porque no es sólo la maestría del color, sino el llevar al lienzo un ritmo cromático que enriquece de calidad el conjunto del tema tratado- ya campo, ya puerto- , poniendo en cada obra un encanto distinto. Y este mérito profesional vale lo mismo en una pequeña nota, que en los grandes formatos, en los que la pincelada, como si se tratase de una sinfonía musical, va creando el tono y el timbre que transmiten al espectador la emoción encerrada en la obra que el artista ha ido elaborando con el corazón y con la cabeza. 

José Díaz Fernández sabe dosificar el color y acentuar o atenuar los efectos de luz para obtener la atmósfera adecuada a cada tema tratado. Así en ¨Fuenterrabía¨ la usura con que ha sido empleado el color es la perfectamente adecuada al motivo pictórico, mientras en ¨Olite¨,  el empaste, la densidad de la materia, corresponden adecuadamente a la calidad de la luz estival en aquel bello pueblo de la Ribera Navarra. 

Otros buenos aciertos hay en la extensa exposición: esos dos temas marineros  - ¨ Contraluz y Veleros ¨-  y ¨ En el puerto ¨- , la calidad impresionista de ¨Aduna¨y la espontaneidad expresiva de ¨ Puente de Santa Catalina ¨, pequeña nota que vale por un gran formato y que son otros tantos argumentos plásticos de que la pintura de Díaz Fernández está en plena sazón. 
J. M ÁLVAREZ EMPARANZA

(En ¨ La voz de España ¨ de San Sebastián, 7-03-1975) 

             ¨ El invierno de Vasconia ¨ es el título con el cual presenta su obra en las salas del Museo de San Telmo, el pintor José Díaz Fernández.  Se recoge en esta muestra pictórica el que hacer, como paisajista, de este pintor de Pasajes de San Juan. Y decimos en esta faceta de paisaje, porque Díaz Fernández es fundamentalmente un retratista. Aunque es esta exposición no presenta ningún retrato, conocemos su fecunda labor en esa difícil especialidad del arte pictórico. 

            Como el conjunto de la exposición corresponde a la labor desarrollada durante cuatro años en esta faceta plástica, se observan ciertas diferencias de estilo e interpretación, cambiando incluso, la técnica empleada entre unos y otros lienzos. En general predomina el paisaje de nuestro entorno, especialmente temas de barcos pesqueros. Destaca que, Díaz Fernández da una luminosidad diferente y emplea una paleta distinta para los motivos marineros y los de campiña. En el primer caso podemos considerar que el cromatismo corresponde al sentido estético de los pintores levantinos, mientras que en el segundo caso, su paleta está más tamizada y austera, recordando la pintura vasca tradicional. Entre estos aspectos destacaremos como obras bien logradas entre su diferente interpretación, en lienzo ¨ Barcos en el Puerto ¨, de fuerte riqueza cromática y otro, ¨ Desde Portugalete ¨ bien envuelto en grises tenuemente azulados donde el pintor sabe infundir a su obra un carácter personal por la subjetividad de su interpretación dentro del realismo.








PALABRAS DE UN AMIGO:

Xabier Zabaleta remite estas líneas en El Diario Vasco (02-03-2012) 
«El pintor José Díaz Fernández, uno de los más veteranos, prolíficos y precisos fedatarios de la ciudad falleció en la madrugada de ayer jueves. De origen gallego vino de niño a Pasajes de San Juan donde su padre era farero. Vecino de San Sebastián desde la juventud, consagró a la capital guipuzcoana toda su capacidad artística, que era mucha y nunca suficientemente reconocida. Quienes en sus paseos por la ciudad en los últimos 60 años fueron capaces de ver más que el paisaje y fijarse también en el paisanaje recordarán su figura esbelta mirando más allá de su caballete en el paseo de La Concha, en el puerto, en las orillas del río... Pintó Donostia desde todos los ángulos, en todas las circunstancias. Conocí a Pepe Díaz siendo yo niño y me atrapó la poesía que subyacía en el dibujo y el color de sus cuadros. Casi me hizo creer que en este tiempo aún sería posible vivir dignamente de la lírica y de la ilusión; como consiguió hacerlo él y con él su familia, lo único que le importaba más que su arte».